¿ES NECESARIO UN DON
ESPIRITUAL PARA DISCIPULAR?
MALENTENDIDO:
Existe una generalizada y equivocada creencia de que el creyente común no puede
discipular efectivamente a otro creyente a no ser que sea “dotado
espiritualmente”.
¿Será que
hay alguna base bíblica para esta creencia? Nosotros pensamos que no. La
mayoría de los creyentes están en lo correcto al
creer que tienen que estar disponibles para el Señor, con el propósito
de serle testigos ante los inconversos; aunque no haya un don de “ser testigo”. De la misma
manera, tampoco hay un don de “discipular”. Los líderes de las iglesias
deberían transmitir a las congregaciones la idea de que cada
creyente debe estar disponible para ser usado por el Espíritu Santo como testigo y como
discipulador.
NO ES
INTENCIÓN DE DIOS QUE CADA CREYENTE SEA DOTADO COMO “EVANGELISTA”.
Efesios
4:11 Él mismo constituyó a unos, apóstoles;… a otros, evangelistas;
PERO
DIOS SÍ QUIERE QUE CADA CREYENTE ESTÉ DISPUESTO A TESTIFICAR DE EL.
(NO ES
UN DON ESPECIAL).
Mateo
5:16 Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las
buenas obras
de
ustedes y alaben al Padre que está en el cielo”.
Hechos
1:8 …Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y
serán mis
testigos
tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la
tierra.
1 Pedro
3:15 …Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre
preparados
para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes
NO ES
INTENCIÓN DE DIOS QUE CADA CREYENTE SEA DOTADO COMO “MAESTRO”.
Efesios
4:11 Él mismo constituyó a unos, apóstoles;… y a otros, pastores y maestros.
Romanos
12:6-8 Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el
don de
alguien
es … el de enseñar, que enseñe…
PERO
DIOS SÍ QUIERE QUE CADA CREYENTE ESTÉ DISPUESTO A “DISCIPULAR” A
OTROS
(ES DECIR, SER UN PADRE ESPIRITUAL), LO CUAL NO ES UN DON ESPECIAL.
1
Tesalonicenses 2:7-13 Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser
exigentes con
ustedes,
los tratamos con delicadeza. Como una madre que amamanta y cuida a sus hijos…
Saben
también que a cada uno de ustedes lo hemos tratado como trata un padre a sus
propios
hijos. Los hemos animado, consolado y exhortado a llevar una vida digna de
Dios,
que
los llama a su reino y a su gloria. …
Juan
12:24-26 Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y
muere, se
queda
solo. Pero si muere, produce mucho fruto. …
Mateo
28:18-20 Vayan y hagan discípulos de todas las naciones.
Tanto el
mandato de serle testigos, como también el mandato de hacer
discípulos, fueron dados a la iglesia en general, no solamente a aquellos
que estaban presentes en ese momento – (Mateo 28:18-20 y Hechos 1:8)
5. LA
TUTORÍA PERSONAL, PATERNIDAD ESPIRITUAL Y REPRODUCCIÓN
ESPIRITUAL,
NO HAN SIDO PRACTICADAS EN LA IGLESIA. –
Los
nuevos creyentes deberían tener como modelos para imitar a
aquellos con un tiempo mayor en el cristianismo y con los cuales se congregan. Pero en la
mayoría de los casos, no es así. Así que muchas veces los nuevos
convertidos no tienen el ejemplo de madurez espiritual de parte de los otros
creyentes.
Efesios 4:11-16
Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores
y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de
Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una
humanidad perfecta (madura) que se conforme a la plena estatura de Cristo.
Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de
enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir
la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por
su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos,
según la actividad propia de cada miembro.
Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores
y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de
Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una
humanidad perfecta (madura) que se conforme a la plena estatura de Cristo.
Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de
enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir
la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por
su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos,
según la actividad propia de cada miembro.
1. LA
DEFINICIÓN GENERALMENTE ACEPTADA DEL TÉRMINO “DISCIPULADO”
NO ES LA
MISMA QUE LA DEFINICIÓN BÍBLICA. –
Hablando
en forma general, dentro de la comunidad cristiana el término
“discipulado” ha llegado a ser sinónimo de lo que es “enseñar verdades bíblicas”. Así que
muchos piensan que toda persona que “enseña” está cumpliendo con el mandato de “hacer
discípulos”. El concepto bíblico de discipulado lleva consigo una interacción
más profunda entre el que es discipulador y el discípulo. Sin
duda la enseñanza bíblica es un componente esencial en el proceso
de discipulado, pero también deben de incluirse otros componentes de mucha importancia espiritual.
En
realidad la práctica común de enseñar verdades bíblicas requiere poca
interacción debido a que muchas veces en una
sesión o sermón, el maestro se la pasa hablando mientras que los
demás que están sentados escuchan. Para que un creyente llegue a ser un
discípulo maduro, se le debe dejar expresar sus puntos de vista y
dudas particulares. En otras palabras, es necesario redefinir el término “discipulado”
para que se entienda como un compromiso de “paternidad espiritual” o “crianza espiritual”.
En 1ª de
Tesalonicenses 2:3-13, Pablo compara la paternidad espiritual con la paternidad
biológica. Así que la presentación de la enseñanza como el ingrediente
único del discipulado, sería semejante a creer que la alimentación es el único ingrediente necesario para el
crecimiento físico de un niño.
2.
EXISTE UNA TENDENCIA HACIA EL DESARROLLO DE “MAESTROS” EN VEZ DE
“DISCIPULADORES”.
“DISCIPULADORES”.
Por el
concepto erróneo que caracteriza al discipulado común, la tendencia es considerar a aquellos que tienen el “don” de enseñar como
los creyentes con mayor potencial a ser usados. Este concepto de
discipulado presenta algunos problemas que deben mencionarse. Si discipular es
equivalente a “enseñar”, ¿somos todos maestros? Siendo que el ser maestro
es un don* del Espíritu, ¿podemos concluir que todos tenemos el don de ser
maestros?
La
respuesta obviamente es “no”. Si preguntásemos, muy pocos creyentes podrían
decir que tienen el don de ser maestro.
¿Cómo va a ministrar entonces la mayoría que
no tiene ese don? Así que muchos creyentes reconocen bien sus
capacidades naturales, pero por no considerarse maestros, no encuentran ningún
ministerio espiritual, fuera de asistir a los cultos y no caer en algún
pecado grave. Así que se debe redefinir lo que es el “discipulado”. Nosotros no
debemos esperar a que muchos creyentes lleguen a ser
maestros, pero sí, debemos esperar a que casi todos los creyentes lleguen a ser discipuladores.
Dios diseñó un sistema de multiplicación por el cual los humanos hemos poblado la tierra.
Si nos es triste cuando una pareja de casados no puede tener hijos
biológicos.
¿no debe
de igual manera ser triste cuando los creyentes no tienen hijos espirituales?
(de no hacer discípulos). *Ro. 12:4-8, 1 Co.12:28-29, Stg. 3:1
EL PODER
INFLUENCIAR A VARIAS PERSONAS SIMULTÁNEAMENTE, ES UN
MÉTODO MÁS ATRACTIVO QUE EL DISCIPULADO PERSONAL, EL CUAL SE
CONSIDERA LENTO, INEFICIENTE Y DE GRAN CONSUMO DE TIEMPO Y
ENERGÍA.
MÉTODO MÁS ATRACTIVO QUE EL DISCIPULADO PERSONAL, EL CUAL SE
CONSIDERA LENTO, INEFICIENTE Y DE GRAN CONSUMO DE TIEMPO Y
ENERGÍA.
Es importante reconocer que el método
de multiplicación bíblico es mucho más
efectivo a largo plazo. Esto es muy
importante porque su poca efectividad a corto plazo ha creado
la idea errónea de que no es un buen
método. Hablando honestamente, muchos líderes cristianos
miden el éxito en números. Ésta es
una trampa, y la razón por la cual hay tanto énfasis de la
comunidad cristiana en llevar a cabo
eventos y actividades que aparentemente muestran un éxito
a corto plazo, basados en el número
de asistentes.
Aumento
de la Iglesia por medio de la Multiplicación
1 A 1
183 ½ año 2
365 1 año 4
548 1½ años 8
730 2 años 16
913 2½ años 32
1,095 3 años
64
1,278 3½ años 128
1,460 4 años 256
1,643 4½ años 512
1,825 5 años 1,024
2,190 6 años 2,048
Las cifras de la columna izquierda
representan las sumas alcanzadas si
ese
creyente pudiera convertir a un
incrédulo
cada día del año.
Las cifras de la columna derecha
representan las
sumas alcanzadas si el primer
creyente (y cada
discípulo después) pudiera
discipular a un creyente
mas durante cada periodo de seis
meses.
A corto plazo es más impresionante
el número de convertidos, pero a largo plazo se nota una diferencia
tremenda. ¿Cuál de los dos métodos
será más bíblico?
Lo que me has oído decir en
presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de
confianza, que a su vez estén
capacitados para enseñar a otros. (2 Timoteo 2.2)
2-1 82
4. UNA DE LAS RAZONES POR LAS QUE
“EL DISCIPULADO PERSONAL” NO SE
REALIZA EN LA MAYORÍA DE LAS
IGLESIAS
UNA TÍPICA CONGREGACIÓN MODERNA
LOS LÍDERES típicamente son
percibidos como
los “capacitados”, pero ellos no
sienten tener el
tiempo necesario para dedicarse
individualmente
a los nuevos convertidos.
LOS SEGUIDORES usualmente cuentan
con
más tiempo disponible, pero ellos no
sienten que
están adecuadamente entrenados como
para
atender las necesidades espirituales
de los nuevos
creyentes.
¿No
debería ser la meta de los líderes el ver que cada miembro de la congregación
esté
capacitado
y funcionando como un fructífero seguidor de Cristo?
¿Cómo medimos si los santos
han sido exitosamente “capacitados”?
¿Podemos reclamar éxito si no
está ocurriendo la reproducción espiritual?
¿No debería ser la norma el
“discipulado personal” (la reproducción espiritual), en lugar
de ser
la excepción?
¿No deberíamos esperar que
cada creyente esté en el proceso de ser discipulado, o de estar activamente
involucrado en el crecimiento espiritual de otros creyentes?
Así
ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por
todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de
quienes emplean artimañas engañosas. Más bien, al vivir la
verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es
decir, Cristo. Por su acción todo el cuerpo crece y se
edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según
la actividad propia de cada miembro.